Bofetadas de dignidad

12 03 2009

Hay que lavarse los pies antes de entrar en casa.

Hay que lavarse los pies antes de entrar en casa.

Por las calles de Daule corretean niños descalzos a los que nos les importa llenarse los pies de barro. No les importa, o no les queda otra. La mayoría de los lugareños viven en pequeñas casas de caña sin agua potable. Muchas de ellas, se situan en la vertiente del río Daule (sólo se puede acceder a ellas en canoa). Es su tierra y es allí donde las pueden construir. Acceden a este tipo de vivienda por el módico pero, en ocasiones, inalcanzable cantidad de entre 10 y 20 dólares al mes. En total, el precio de las casas asciende a 800 dólares.

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Distintos tipos de lluvia

4 03 2009

Mucha lluvia en Guayaquil estos días. Llega la tarde, cerca de las seis, y se abre un grifo enorme en el cielo que hace que el agua caiga a borbotones. Toda la tarde y la noche, no para de llover en horas. El sonido de la lluvia contra las ventanas de mi casa se ha vuelto rutinario, posee cierto encanto, trasmite cierta tranquilidad.

En ese mismo momento, al otro lado de la ciudad, lo que para mi es un momento de paz, para muchos es la llegada de la angustia, de las inundaciones, del fango y los mosquitos.

Imagen de un sector popular de Guayaquil afectado por las lluvias. Fuente: Diario Hoy.

Imagen de un sector popular de Guayaquil afectado por las lluvias. Fuente: Diario Hoy.

No estamos lejos, sin embargo, vivimos en dos mundos diferentes. Yo tengo un techo firme que me protege de la lluvia y vivo en un tercero. Ellos tienen casitas de bloque y chapa, pegadas a ras de suelo por donde el agua se cuela a sus anchas. Yo tengo agua caliente y luz. Ellos no tiene acceso a los servicios básicos. Las calles de mi barrio están asfaltadas y en cuanto salga el sol, se secarán. Ellos vivien en un lodazal que tardará días en secarse.

Guayaquil, ciudad de contrastes.